Estos días, nuestras ciudades están preciosas llenas de adornos de Navidad, de luces y villancicos, eso nos recuerda el tiempo en el que estamos. Además, las tiendas están a tope y hay miles de comidas navideñas.
El consumismo ha conseguido imponerse al verdadero significado de la Navidad.
Hay que disfrutar de todo ello, pero sin olvidar lo importante de estos días: ¡Jesús está a punto de venir! Y a pesar de las dificultades y las distracciones, los cristianos tenemos la esperanza de que Jesús va a volver a nacer una Navidad más, ¡qué alegría!